Dé a sus aves
el mejor inicio
La productividad de las aves se determina en la primera semana. Los pollos de engorde necesitan un clima específico dentro de la nave. La temperatura, humedad y velocidad del aire deben estar correctamente equilibradas para proporcionarles a las aves el mejor inicio, algo que de hecho se establece antes de meter las aves de engorde.
Los pollos de un día no pueden regular su temperatura corporal. Tardan entre 10 y 14 días en desarrollar esta capacidad. Son vulnerables a la temperatura ambiente durante los primeros 4-5 días. Si la temperatura en torno al ave no es óptima, la temperatura corporal del ave tampoco lo será. La temperatura corporal de un pollo de un día debería estar en torno a los 40- 41°C. Si el ave se enfría, utilizará la energía del alimento que ingiere y la del saco vitelino para producir calor. El saco vitelino se encarga de desarrollar los órganos y el sistema inmunológico del ave y la energía procedente del alimento se encarga de que gane peso. Si el saco vitelino y el alimento se emplean para producir calor, el ave no se desarrollará como debería y la ganancia de peso será inferior a la óptima. Si la temperatura corporal del ave es demasiado elevada, tratará de refrescarse. Si no lo logra, tratará de reducir el calor que él mismo genera. La única forma de lograrlo es dejando de ingerir alimento. Esto hará que la ganancia de peso sea baja.